Existe la errónea creencia de que la vitamina C del zumo de naranja se pierde a gran velocidad. Si bien la vitamina C se oxida y es sensible a la luz solar y al calor, según los expertos en Dietética y Nutrición, las pérdidas son insignificantes en temperatura ambiente y condiciones normales. Incluso cuando se oxida a temperatura ambiente, la sustancia que se genera, llamada ácido dehidroascórbico, sigue teniendo las mismas propiedades de la vitamina C.

Asimismo, tampoco sufre ninguna alteración importante si se exprime la naranja y se conserva en el frigorífico. La información más reciente sobre este tema, la podemos encontrar en una revisión publicada este año por Basulto J y colaboradores en la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética vol 18, Nº2 (2014) http://renhyd.org/index.php/renhyd/article/view/85 , donde señala que “la vitamina C se conserva perfectamente en el zumo hasta 12 horas, aunque el sabor puede volverse más amargo”.

A la vista de estos datos, relájate, ya que podemos tomarnos nuestro zumo con calma, aunque seguramente seguiremos escuchando durante un tiempo frases como... “¡bébete el zumo ahora, que se van las vitaminas!”